29 junio 2011

La balsa de medusa y la carabela portuguesa


 
¡Pensar que en el mundo hay una medusa de un rosa tan brillante! Y nada de una forma tan bonita, además. ¡Pensar que se pasa la vida errando por los mares del mundo!
Haruki Murakami

–De la Medusadijo Pritchard–, guárdate de la Medusa.
 Y luego, antes de seguir bajando la escalera, añadió:
 –Cuando la tengas en las manos te va a explotar.
Roberto Bolaño


Arrojo guijarros al agua
esperando que salga la sirena.
Por detrás, más abajo de lo que se puede amar
Está un cierto color parecido al deseo
Y no te lo niego hay momentos telúricos
Donde te quiero toda.

De jornadas y jirones de día vivo
Más también de imaginarte
Y el mar es como una gaviota blanca que espuma.

No te cuento lo que saben las golondrinas
Pero te puedo decir que aprendieron a silbar tu nombre
Cuando la tormenta va abriendo sus ojos en las olas.

En las tardes hay cierto silencio
Que pasa alucinado susurrándoles a los peces las madrugadas
Creo que esto podría ser una forma de declararme perdido
Pero prefiero remar entre tu marea de labios
Que apenas ser sonido de “te quiero” en la noche hamacada.

Te lo digo así de natural como cuando te desnudas profunda
Y te acaricias los senos y los corales quisieran anclarse al invierno.

Una guitarra quiero para remar ahogado hasta el sustrato,
Una noche que ponga a temblar las nubes
como si fueran colonias de pólipos.

Mi amor es un guijarro
Saltando en el estanque del índico
del pacífico, del ártico, en una pecera.

Como una clave secreta para despertar tus astillas
Una balsa navega contra viento y marea.    
Y tu y yo lo sabemos
Debajo de los párpados hay un reservado diluvio
Que en el reflujo trae a Dios como náufrago
Y no importa porque una medusa brillando te distrae y te calma.

A veces soy yo el que despierta
Entre velos, campanas y arena.
¡Ah! portuguesa
nada vale entonces
sino tu tacto de carabela en mis venas.   

2 comentarios:

Ana Cardinali dijo...

Lo leí más temprano pero justo tenía que salir.
Hace un tiempo, también guíada por la fascinación que me produjeron las medusas de Murakami escribí que "Finalmente todos somos medusas que expanden y retraen su existencia en la más profunda soledad". Quisiera poder negarme, pero es la verdad. Aunque hoy creo que en los pequeños momentos en que, como medusas, expandemos la existencia, generamos el vínculo, nos acercamos al mundo, es cuando realmente vivimos. No me preguntes qué cambió. Aún soy un animal de la soledad, pero pienso que la metamorfosis es esencial en algún punto.
Tu poema, objetivamente, tiene excelentes imágenes, momentos de altos para deslumbrar y bajos para respirar un poco la vida, tiene esa fibra tuya entre los renglones, palpitando.
Subjetivamente, pensaba más temprano apenas lo leí, es uno de los poemas de amor más hermosos que te he leído...porque no es empalagoso e insufrible -como suelen ser los poemas de amor, naturalmente- sino más bien meditado, cuidado, quizás arbóreo: se expande con sus ramas, con sus brazos.
No sé, estoy existencialista, tanta sobredosis de Beauvoir.
;)
Un abrazo!

Zeuxis Vargas dijo...

al leer tu comentario algo me sorprendió, salí a pasear con esas palabras, siempre es bueno caminar, el pensamiento se ejercita de una forma extraña. Conversando entonces conmigo descubrí que tenías razón en una sola cosa. La metamorfosis es inevitable. Me gusta tu forma objetiva y subjetiva de amedrentar contra una simple rosa. Quizás estés en el justo momento donde la mujer se siente rota. Gracias por tus notas, también te leo y me gustan ciertas palabras que utilizas porque les sacas cierto esplendor perdido. A veces soy como una cucharita (renacuajo) que comienza a salir del agua con unas patas débiles. Es que somos apenas veletas sacudidas por el viento y ni un pensamiento para decir que de verdad hemos crecido.
Beso.