Escrita y dirigida por Michael Haneke un director controvertido de giros cinematográficos y rupturas de sistema lógico siempre extravagantes nos brinda en esta película un cuadro de trastornos mentales sin igual.
Haneke crea un artilugio cíclico moralista y rebelde, su obra consigue manifestar el horror de la victimización y la neurosis.
Sus psicópatas son jóvenes que han perdido todo motivo, que se han alejado de cualquier emoción y que indiferentes a los estímulos sólo les resta practicar un sutil y sofisticado juego que mezcla educación y sadismo. Hijos de Sade y sore todo sobrinos de Hannibal Lecter. Pero Peter y Paul son unos asesinos un poco más impulsivos que van dejando al azar su juego de tortura.
Funy games es una película estremecedora e irreal, pero tan clara y creíble que nos pone a pensar en la sospecha de que tal enfermizo comportamiento pueda darse.
Lo más increíble de este filme esta en la propuesta metaficcional, en ese ir más allá de la película misma cuando Paul logra subvertir eventos a través de un comando. ese evento fantástico nos devuelve la tranquilidad nos dice que estamos asistiendo a un hecho ficcional y a la vez nos sorprende ya que pocas películas han echado mano de este recurso fabuloso donde los personajes mismos pueden rebelarse contra el destino propio de la película.
La cinta se echa hacia atrás, los eventos cambian, el juego continua.
Un dato interesante, esta patológica película tiene dos versiones, hechas por el mismo Haneke, una de 1997 y otra del año 2007.
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