12 diciembre 2012

Martha Marcy May Marlene




Para hablar de esta película creo que es necesario dejar a un lado lo que ya se ha dicho. Primero, he leído suficiente en casi todas las webs de cine sobre el ensalzamiento que hacen al papel de Elizabeth Olsen, me parece que esta clasificación halagadora es exagerada; Es cierto que Olsen está comenzando a definir un pathos actoral, sin embargo, El filme Martha Marcy May Marlene no es uno de sus mejores papeles, si bien, en esta película Elizabeth consigue generar un dramatismo, pero se nota suficiente retazo de la personalidad con que dotó a su personaje en "Silent House", tal y como el personaje de "Luces rojas" está casi configurado por el de "Paz, amor y malentendidos", con esto quiero decir, que Elizabeth ha logrado en cuatro papeles dar con dos tipologías; la dramática y la flemática. La horizontalidad, la inalteración de los gestos de Elizabeth no decrementan su puesta en escena, antes, le han promovido una suerte de halo caracterológico que concede a sus personajes una visión única de una actriz con definición actoral definitivamente inteligente.

En segundo lugar considero que llamar a "Martha, Marcy May Marlene", la opera prima de Sean Durkin es demostrar el desconocimiento acerca de su cortometraje-prólogo "Mary Last Seen" de dónde se puede deducir el estilo dramático de la historia de Martha.

La fotografía, la forma de ubicar la cámara y trazar la nitidez HD de la nostalgia es lo que se ve en la imagen de Durkin, pero hay otra cosa, Sean va más allá y juega con una conjunción de tiempos a través del recurso catártico y de la memoria reprimida, sus evocaciones son trazas, huellas que van diseminándose como una niebla o un rocío que distorsiona la existencia presente, así los personajes de Sean Durkin generalmente viven en ese mundo de casi perdida constante con la realidad inmediata.

Sean ha escrito los guiones de sus trabajos estableciendo también una tipología narrativa, por un lado está el personaje masculino siempre carismático hasta para victimizar y por el otro lado está el personaje femenino traumatizado por una personalidad frágil e histérica.

El tercer aspecto a re considerar es el de concepto de secta que dan al pasado de Marcy. Si bien cada nombre sirve para señalar una personalidad también  estos definen un momento de la vida de esta mujer; pero nunca el de una secta, la comunidad de donde partirán sus obsesiones y sus desviaros semeja más la hermandad de Charlie Manson que la de un Ku Klux Klan y es muy claro que se trata de ese tipo de grupos, la evidencia  se encuentra en los diálogos de los personajes que llaman a su realidad como "La familia", noción que es un gesto directo a la  creación fatalista que concretó Charlie con sus seguidores. 

En un principio tenemos a Martha la joven idealista, luego tenemos a la líder y maestra dubitativa Marcy May llamada así por el patriarca y por último tenemos a Marlene la chica traumatizada y convicta de su pasado, estas serán las personalidades que irán tejiendo el mundo caótico.

Por último y ya para hablar habiendo dejado claro los aspectos contaminantes, debo decir que el gusto de perpetrar finales abiertos al espectador puede que funcione en ese estilo de guiones que está al parecer dado a crear como director el debutante Sean Durkin.

Las historias al parecer de Durkin se plegan a lo enfermizo, son el libro de secuelas de "La ventana secreta" que puede quizás dar de que hablar en los próximos años. Un buen director con propuestas que prometen suspender al espectador en una línea colateral sellada por el interrogante de ¿y qué...?

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