22 septiembre 2012

Los hombres que miraban fijamente las cabras






Esta película es una de mis favoritas, no sólo por la cantidad de actores tan especiales que tiene, sino por el tipo de cine que muestra lo que me gusta. Hoy por hoy el cine está circunscrito  a una serie de lineas técnicas que son siempre muy fáciles de leer, de hecho hay sellos: el estilo de Holywood, el francés, los coreanos, el sutil japonés, el mexicano, el español, el ruso el argentino, en fin, cada casa muestra la escuela bajo la cual, desde un comienzo, comenzó a condicionar un tipo de narrativa, sin embargo esto no tiene nada de malo, la tipicidad de las películas  a veces nos genera gustos, nos determina nuestra inclinación por uno u otro cine y así en nuestras conversaciones diarias hablamos de este o tal director que sigue una línea de trabajo obvia pero inolvidable.
Pero este no es el caso de "Los hombres que miraban fijamente las cabras" aquí Grant Heslov se sale de los parámetros y cocina todo en la olla del absurdo y lo paradójico.
La historia es sencilla, un periodista frustrado busca su gallinita de los huevos de oro, por azar da con un  loco que le cuenta la mejor de las historias, la más increíble de hecho, pero veraz, se trata de un proyecto del gobierno denominado ejercito de la nueva Tierra comandado por el loco Jeff Bridges. Sólo por ver a este fenómeno vale la pena ir a observar la película.
La narración se agudiza a medida que el periodista y su amigo con poderes mentales van internándose en las mismas entrañas del proyecto, descubriendo la paradoja y la herejía. 
Llegados a este punto uno ya está, como espectador, extenuado de ver tantas maravillas tan desordenadas  y juntas, hay emociones, guerras, tiros, nada de sexo, pero bueno, en este caso es algo que se disculpa, la película lo ata a uno de cabo a rabo.
Hablar de esta cinta es casi que empezar a contarla, yo, ahora mismo, busco compartirles telepáticamente el virus que contiene esta película porque desde que la vi me considero uno más de ese ejercito de orates, que si bien no lograron nada, me regalaron una de las mejores oraciones que haya podido conocer y que comparto:

"Madre Tierra. Tu eres mi soporte vital, como soldado necesito beber tu agua azul, vivir en tu arcilla roja y comer tu piel verde. Ayúdame a equilibrarme como tu equilibras la Tierra, el Mar y el espacio. Ayúdame a abrir mi corazón confiando en que el universo me alimentará. rezo por que mis botas besen siempre tu rostro y mis pasos glorifiquen junto con tus latidos. lleva mi cuerpo a través del espacio y el tiempo. eres mi conexión con el universo y con todo lo que viene después. Yo soy tuyo y tu eres mía. Yo te saludo!"

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