Si la sombra azul de la pantera
En zarpas reunidas se despeñará hacia la lanza…
Si la negra morada de la lluvia
Propiciara un daño de acuáticos incendios…
Si el desierto en rededor se consumara
Hacia un centro desalojado de vacías calaveras…
Entonces el alma apretujada
Buscaría no la boca o el sueño encadenados
Sino una grieta en el cuerpo enmudecido
Haría quizás ver produciendo lo sagrado.
Entonces algo deslizándose por debajo de la puerta
Anunciaría de la luz que invade como
una señal de niñas empaladas al pie de una iglesia intacta en las cenizas.
Un solar ansiaría la imagen florecida:
Extrañas ligaduras de un alma que extraña el olor de las heridas.
No hay crepúsculo en el cubo,
Sólo caras de un encierro que pone pared al pensamiento.
Si de pronto todo en lo hueco del silencio
Escapara aleteando sin temer a las tinieblas,
Creo que al fin, una uña, una rendija,
Comenzaría a rasgar el universo.
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