14 febrero 2011

Uroboros.


Mi demencia socava gorigoris de Noviembre:
Va desalojando.

Algo de mundo llevo encima
Y el alma, adentro, resta flores, besos, lágrimas vertidas.

Un cañón de eléctricos abrazos
Emplumaron en mi frente el calor de una ternura.

Como un escudo cubierto con pieles de vírgenes,
Que envidia la desnuda silueta de Casandra,
Un viento me despeña insistiéndome suicida.

De un noviembre agrietado como un geiser,
De un noviembre abierto hacia mi como dos piernas,
provienen los días que me aplastan.

Un dolor, un baldío sueño me obligaron
pero me perdí en los huesos de los besos como
un monje que se pierde en los senos de una campesina.

No tengo la historia ardiendo como un hongo de ceniza,
no me sacude Jesús con su aureola de buitres llamándolo comida
pero me turba, apenas y todo, una gota de soledad sin cariño entre las manos.

De un noviembre barco vengo
y no hallo otro mes para morirme.

No hay comentarios.: