21 diciembre 2012

Por qué el mundo existe y tiene un final





Los poetas intuyen que existe algo en lo transparente,
El poeta genial hace aparecer una aurora boreal allí en la transparencia.

Como golpes de candelillas estallando contra una barrera invisible
A veces los arreboles parecen encontrar los abismos.

La lluvia permite ver con lentitud las cosas;
Las sumerge en una honda distancia donde se siente el pasado
Pero el sol es algo que revela, que se suicida en la claridad y anuncia.

Los poetas escriben de cosas que intuyen, sospechan socavones esperando la tierra.
Los poetas geniales cargan un filo para abrirle las entrañas a lo etéreo.

El amor cuelga tímido como un fruto nervioso en la noche;
La guerra deja callejones, desmantela la sonrisa y denuncia la sangre en el canino,
Pero EL níspero nunca deja de florecer, carece de la espera.

Podría lanzar una pincelada y pensarla avidez, después, apenas un cóndor en el viaje,
Pero tengo años como migajas echadas a perder en un bosque
Y yo que solo espero descifrar cada día para entender mi nombre.

Los poetas imaginan para engañar la soledad de tantas ausencias.
Los poetas geniales callan, apagan, cierran las puertas,
Nos salvan de la devastación que todos llevamos por dentro.

Yo sólo garabateo, hago asteriscos, acaricio, rompo la palabra vacía.

Los poetas están atrapados, el fin del mundo es una eternidad.

Yo vi una aurora boreal en tus ojos, 
creo que imaginé, desde entonces, un mundo…
Todavía estoy dormido.  

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