01 diciembre 2012

Cloud Atlas







"—Los dientes, señor mío, son el esmaltado grial de la búsqueda
que me traigo entre manos.

{......................................}
... dientes humanos. ¿Sabe a cuánto está el cuarto
de libra, señor?"


"Una palabra puede ser adecuada cuando la necesitas"



El atlas de las nubes es una super producción; para poder opinar sobre esta película hay que comenzar por decir que su creación es polifónica y metatextual; con esto se afirma que el filme nace del libro de David Mitchell, un novelista cosmopolita que comenzó su narrativa polifónica con sus "Escritos fantasma" y que si bien siguió la técnica hasta perfeccionarla en tiempo y voces con la narración Cloud Atlas que atiende a la película, la novela se queda corta ante la maravilla que lograron en el cine el trío de directores que la adaptó. 

La novela está aderezada por esa fina aglomeración de especias que son las distintas voces que van escribiendo los diarios, las cartas y los documentos conspiradores y reveladores; los narradores testigos y los cuasi-omniscientes, son sólo los eslabones de la cadena; esto hace que el libro Mitchell se vea enriquecido por los matices de la lectura de la evolución que contiene o podría contener el habla en el tiempo. Tal cosa no la percibimos muy bien en la película pero podemos a través de ella observar otros grandes  artilugios. 

Por un lado tenemos un duo de efectos visuales,  la asombrosa pareja Wachowski que con su magia tecnológica y visual nos regaló "Matrix"; hacen que Cloud Atlas sea un deleite visual para que no se torne tan larga tras sus tres dilatadas horas de enredadera humana; por último hay que hablar de Tom Tykwer, que como en "Corre Lola Corre", hace que el filme tome un peso narrativo especular a la obra  escrita y místico y hermético para el espectador. 

El trailer tiene una duración de seis minutos, la película  159 minutos, sin embargo ni el trailer ni los 154 minutos restantes del filme contienen la fuerza arrolladora que los 5 primeros minutos contienen, todo lo que va a pasar, lo que pasó y lo que pasa está comprimido en ese universo record que amalgama como en un aleph a los seis personajes y sus historias.

El atlas de las nubes trata de una historia que va entrelazando violencia, muerte, amor y creación por medio de epístolas y archivos los cuales van encontrando a su debido tiempo cada uno de los personajes y que irán completando el relato y dándole su razón y su propósito.

En la película asistimos a la navegación colérica y colonialista, a la ansia de la libertad y la locura de la ciencia, asistiremos también a las convulsas razones de la genialidad y el género escondido en los amores moralistas y señalados y a la demencia como único recuerdo, también revelaremos los afanes de la novela negra en su contexto más apropiado, consentiremos el surgimiento de las mafias, los complots y la serial policíaca, poco a poco nos ahondaremos hacia la revelación de un capitalismo que se hunde, que fracasa y muere y al renacer de una revolución para terminar en un mundo distópico donde la señal del Fenix de Fredric Brown demostrará que solo la locura salvará siempre a la raza humana así la lleve de nuevo a sus inicios.

Todas las historias son impactantes, cada una desde su recodo de belleza, por ejemplo tenemos la historia del músico sanguijuela que escribe "El atlas de las  nubes" y que también logra, quizás lo que para mi sería lo que sería el título del libro y de la película con su obra: el "Recurrente eterno", composición musical cacofónica y concurrente que plasma el destino mismo del compositor, ya que este recae ante las espiral de sentirse inacabado. Sin embargo, en la historia que protagoniza Tom Hanks asistimos a un banquete primitivo donde diablos y duendes que torturan la mente del cobarde profieren la mejor de las atmósferas. Estamos ante un futuro que se basa en el narrar, narrar historias para honrar, para mantener la memoria, de eso quizás finalmente es de lo que trata El atlas de las nubes.



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