sobrevolando en espirales se acerca el mediodía
palomas que no son mensajeras traen el florecer a la plaza
ya se alista la Llama buscando su pose añeja ante las estatuas,
un asno cela la madrugada de los niños en la esquina
y por entre las plumas adormiladas una agorera vende maíz y alpiste.
Salen inquietas, nerviosas pueblan su espectáculo y regresan.
La plaza es un espacio abierto entre el afán y la urbe
Donde ancianos comparten el ajedrez de sus recuerdos.
El turista es un ciclope empedernido en acosar el silencio de Bolívar
Y en la catedral os feligreses entran añorando su bocado de Jesucristo.
En el centro de la historia
Mármol es todo el mediodía.
Sonrío y espero mi migaja de fotografía atrapando la memoria.
Nadie mira los Grifos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario