hay tanto tiempo
y tanta pereza
comenzando a crecer en los rincones
que a veces imagino que soy apenas
la mancha de café resuelta al fondo de un pocillo
Del sol a la Luna hay un abismo
que no tiene propósito alguno
sino las ganas de encontrar a Dios entre los huesos
me saquearon todos los segundos
hasta pensar que las manos limpias
servirían de algo
para soñarme con la conciencia tranquila
pero me siento fusilado
con medio universo pariendo chispas
para avivar el fuego de desconocidos pelotones
esta soledad abrazada a mi mujer
mantiene alerta los zancudos
y los ojos desvelados son casi siempre
por sabernos clientes cercanos de una nada
nadie sabe del dolor de ser libre
de lo que no se quería ser libre
y sin embargo tengo la soledad en un cuerpo
que no sabe para donde apurar el entusiasmo
de repente, les dio
por llamarnos viejos
y nos llenaron los días con vacíos
con treguas al tiempo y el cansancio
y un no saber que hacer con los adioses
aquí estoy en los rincones
rehaciendo la vida entre remiendos
a veces vemos a Dios
lloviendo no se qué milagros en la tarde
entonces nos arrodillamos
para rogar por una lluvia
que deshaga los recuerdos.
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