27 septiembre 2010

El ángel rebelde


No es mucho lo que hay que decir
sólo es cosa de llegar y sentarse
hacer el esfuerzo,
casi imposible,
con ese cuerpo hecho espanto
y coger el lapicero
o cualquier cosa que sirva para escribir
e intentarlo
a pesarde haber olvidado casi todo.




No hay que ir muy lejos
atrás,
apenas aún en las fotos
de álbum familiar
están las tías, las piñatas,los juguetes,
una que otra imagen
contigo todo dientes y sonrisa
acaso con fábula, con misterio
pero siempre
sólo un recuerdo
de algo que no sabes bien si lo viviste.




Tiras del hilo
y es común que te encuentres
con el mismo lío humano
supiste que un hongo de odio
pudo acabar con dos ciudades
pero tus hormonas lloran más
por un hombre de boina, desaliñado,
fumador de tabaco y guerrillero.




No hay mucho orgullo
las mismas peleas imberbes
el mismo ardor y afán del sexo
las mismas series de televisión
la historia, la luna
el paralítico con sus agujeros negros
y los ovnis poblando las noches melancólicas
hastiadas de rumor de patria
de hogar, de esquinas con cigarrillos
o tabernas con rostros domesticados ante la barra.




No tendrás que pensar mucho la cosa
a esta altura
te encontrarás con que la vida
de pronto,
se te convirtió en un tobogán,
en una amnesia
en narices fracturadas
mientras el sonsonete de una banda de rock
te presentaba la chica de ojos felinos
mujer con órbitas famélicas a punto de tragarse
la salchicha temblorosa
escondida entre tus piernas.




No olvidarás nunca esa vida
muchos nunca leyeron poesía
y aún así idolatraban a Dylan Thomas
otros jamás comprendieron
el asunto aquel de los gobiernos
pero ponían todas las agallas
y el coraje de un hombre borracho
cuando de romperle la cabeza a un policía
se trataba




No es mucho a decir verdad
lo que puedan tener de largo esos años
un nudo de vicio con secuela entre los ojos
dejando en claro el infierno que quisiste
caminarás sólo
y percibirás el alejamiento
la ausencia de los puños
la impasibilidad de los mendigos
que te saben prófugo de nadas
tu silueta condenada a una errancia de calles
y la noche misma
apenas acompañándote con desgano
entre sus manos.




Todo lo viviste con igual arrogancia
y con la misma indiferencia
los amigos que gritaron ebrios de amor perdido
por ningún propósito en la vida
de pronto,
los encontrarás con hijos y con panza
o a los otros
haciendo de su piel más arcilla
para enterrarse pronto con su llanto escondido
tú muy seguramente
habrás sufrido una muerte súbita
y en algún hospital
un juramento hipocrático
habrá hecho que tu corazón
vuelva de nuevo al cuadrilátero.


Vivirás con tus pecados
con tus dolores
y agonías profundas
de pecho espantando
y respiración estrangulada
buscarás otra salida
y creyendo que al dejarlo todo
y meterte como obrero en la colmena
te alargarán unos años más en esta tierra
descansarás una noche,
al menos como feto
entre tus ganas de abrazos y ternura.


No hay nada nuevo que hacer
todo es mentira
bien podías haber seguido
prendiendo pipas de duendes ante la luna
o masticar humo de amor tranquilo
al lado de una mujer desnuda y sin nombre.


Sin embargo,
a pesar de tanto reproche
y asco ante los espejos
tu testaruda pasión de escribir
te allegará hacia esta soledad
buscarás un lapicero
o cualquier cosa que sirva para escribir
buscarás decir
o por lo menos susurrar
que todo fue bueno
que valió la pena vivir así,
libre
como sabiéndolo todo
y te sentarás
preparando los músculos
como un ángel rebelde
que se cercenó las alas
para poder morir peleando
como un hombre
el último día del apocalipsis.

No hay comentarios.: