Siempre voy a ojo cerrado cuando se trata de Christian Bale, este actor es un camaleón de los mejores, de la talla de Daniel Day-Lewis, cada película donde trabaja se convierte en un verdadero peliculón.
en este film el estado físico al que llegó Bele es atroz por sí solo, similar al esfuerzo que se impuso Michael Fassbender en Hunger, Bale acude a una anorexia casi de muerte para interpretar el enfermizo mundo del maquinista.
Una película que va tomando forma de pesadilla a medida que sale de lo cotidiano, una película que va avanzando con la misma lenta tormenta de Una historia de Violencia para darnos lo mejor.
El impacto es inevitable, Brad Anderson podría pasar a la historia solo por esta película.
El terror de la culpabilidad.
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