04 enero 2011

ANNIE HALL



Anhedonia: Enfermedad psicológica que consiste en la incapacidad de disfrutar la vida.

El gran director neurótico intelectual de Hollywood, el maestro del arte, Woody Allen el cual algunos lo veneran y otros simplemente lo ignoran y que al presentarles una de sus películas se duermen viéndola, sigue siendo uno de los personajes más polémicos del cine. Woody Allen es de aquellos hobbits que producen curiosidad con sólo verlos, es un ser enrarecido que promete como la caja de pandora. A decir verdad no creo que exista ficción en Allen, Borges decía que toda literatura es autobiografía, ampliando este enunciado, puedo arriesgarme a decir que quizá lo único que exista dentro de toda autobiografía sea una obsesión por disfrazar o enmascarar el carácter enfermizo de ciertos aspectos propios con recursos fantásticos donde la ciencia ficción, lo real mágico, lo futurista y lo bizarramente neurótico pasan a remplazar derrotas, limitaciones o simplemente acciones nunca realizadas por falta de coraje.

Woody es de aquellos que lleva al límite este recurso, en su película Annie Hall saquea su relación con las tramoyas y astucias de un filibustero acostumbrado a la distorsión de sus aventuras o con el filoso y usual oficio de hurgar entre su carroña, un carroñero de alto calibre podríamos denominarlo, pero un verdadero premio Nobel de la literatura antes que del cine si alguna vez llega a existir este galardón, lastima que deba incluirlo en esta plataforma sería conveniente decir que es uno de los candidatos de más alto calibre para un premio nobel del cine pero se nos ha hecho creer que los premios Oscar son la crema y nata que suplanta un honor tan respetable como el premio entregado por la academia sueca, bueno, a decir verdad, en estos tiempos uno puede pensar que hasta los pulitzer son a veces más serios que las entregas nobel. Pero regreso al grano que dejé abandonado por andar de culeco. La cuestión en resumen es que Woody no es ningún genio simplemente es genial, me explico, un genio no suele necesitar de tantos argumentos, recortes, collages e ideas ajenas para construir la suya propia ya que la suya propia ni por equivocación resume o concentra el enciclopédico saber de una época, por el contrario el genio traslapa, socava todos estos mitos y revoluciona el desarrollo cultural gracias a su locura, todo genio es siempre tomado por loco o en su caso más favorable, sus teorías o inventos suelen denominase como descabelladas. Pero ajustemos esta disparatada chorrada, no pretendo embaucar al lector, claro que el genio necesita de un aprendizaje y de unas ciencias o artes que le faciliten su inspiración pero su grandeza consiste en no repetirlas, en no engranarlas textualmente a su descubrimiento: observemos calesdoscopicamente este asunto: Einstein utiliza toda la ciencia abstracta para crear una teoría tenazmente física e intangible así mismo el inventor de la rueda utilizó todo el aprendizaje empírico para crear un mecanismo que fuera capaz de trasladarlo tan rápidamente como inimaginablemente podría concebirse, Shakespeare, utiliza todas las teorías y prácticas sobre el teatro para legar a la humanidad un universo de alegorías jamás pensadas y Cervantes de tanto leer los libros de biblioteca pública de su época decide satirizar toda la historia con la creación de un loco sublime, los ejemplos abundan, no obstante podemos decir que el genio es un estado constante en cambio la persona genial es un ser que entra en estados instantáneos de genialidad. Eso es lo que sucede con Woody Allen, y no busco con esto arruinarlo, detractar de su obra, me parece lo mejor del cine, es de aquellos que revolucionan a fuerza de demostrar que sus teorías pueden reproducir un buen mecanismo artístico.

Pero decía que Allen es un carroñero sobre todo de su pasado y de la cultura, Annie Hall supura las dos cosas, por un lado se ha dicho que la película es una comedia, se encuentra en los mejores listados de las mejores películas de la historia pero a decir verdad ni es comedia ni es tragedia, es simplemente una farsa. En el teatro griego se solía representar una obra por lo general, una tragedia o una comedia que era cerrada con broche de oro por una farsa, la primera ponía dos actores a narrar algo épicamente nostálgico o humorístico pero la farsa busca reírse de toda la obra. La farsa buscaba no burlar sino tergiversar todos los eventos del drama repitiéndolos en una inversa o malformada actuación. En síntesis, la farsa era el parangón teatral que se ponía como colofón de todo un arte escénico. Eso es Annie Hall, divirtámonos sustentando esto, si se observa en cualquier archivo biopic del desgonzado Woody, se notará una fuente que llama mucha la tención, Diane Keaton y Woody mantuvieron un amorío, del cual se puede investigar quizás mucha cosas, quizás que como todo amorío este no podía tener las regresiones y digresiones o los golpes de magia que vemos en la película, que la relación quizá fue verdaderamente crucial para ambos ya que ambos deciden interpretarla y que la relación fatalmente dejó una impronta sobre lo que el amor era en estos dos seres ya que Annie Hall no es más que eso un compendio de lo que es una relación de pareja desde el momento en que comienza hasta que finaliza.

Bueno ¿pero estamos hasta ahora en la tragedia o estamos en la comedia?, yo creo que estamos en la comedia, la relación de Woody comienza con comedia, hablo de la relación en la vida real, ya que la relación con ella fue frugal y feliz, terminan no sólo como amigos sino como conspiradores de una de las mejores tramas del la historia del cine que se puede hacer en pareja.

Ahora vayamos a la tragedia, creo que la tragedia está en la soledad de Allen, en el guion propiamente dicho, en la escritura de ese guion que parece el resultado de un documento que un enfermo le entrega a su psicólogo en la sesión final. La tragedia se centra en la exposición sucinta de una explicación que termina funestamente mal para quien busca dicha explicación y que al ojo del espectador y del lector inspira lastima o compasión, pero la cosa no podía quedarse ahí, se imaginan al pobre de Woody con su trastorno sentimental a cuestas, quizá se hubiese quedado como un zancudo pegado a cualquier pared de la soledad esperando la muerte. Con la visualización de su teoría sentimental, Woody entrevé la película, la farsa, que es verdaderamente la obra de arte.

Así que quizá no he dicho nada en contra o a favor de la misma película, sólo he buceado en el acuario, limpiado un poco el polvo y las algas que le quitaban brillo a los fósiles, he sacudido las telarañas que sórdidamente alejaban a algunos visitantes del castillo. Annie Hall es una farsa, pero una de las mejores farsas que el mejor cine ha hecho posibles. ¿Que si trata de amor?, no, trata de desamor, que si provee alguna teoría innovadora, no, expone excelentemente con ejemplos ilustres que solo pueden ser concebidos a través del celuloide lo que enfermó a Woddy en la búsqueda de la explicación de un sentimiento que siempre ha sido y será el motor del universo. Uno no es el mismo después de verla, a pesar de que no nos diga nada nuevo. ¿Por qué?, pues aquí no pude poner el guión o la película misma, así que a verla.

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