Old boy hace parte de la trilogía creada por Park Chan-Wook sobre la ultraviolencia y la venganza.
Una propuesta que se arriesga a todo. En esta, la segunda de la trilogía, asistimos a un plan perfecto donde dos venganzas se entrecruzan hacia la nada.
Maravilloso relato, tenaz, impacta en cada escena.
Oh Dae-su es un tipo flemático, que se construye durante el tiempo que es secuestrado un carácter de asesino sin igual. Un asesino que pasa por todos los estadios de la compasión y la consolación humanas y que tras múltiples intentos de suicidio consigue visualizar en su encierro el único propósito posible y sensato: vengarse de sus captores.
Pero la película está tan magistralmente orquestada que de pronto ese sentimiento del héroe con el cual comulgamos nos es cambiado con una simple llamada.
Cinco días para una venganza que resultará mostrándonos el alma de los errores humanos.
Una película que nos deja en el filo de un abismo donde lo único que nos queda es decidir: vengar o vengar
A cuál de las dos dar la razón.
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