12 diciembre 2010

Monólogo del despojador


MONÓLOGO DEL DESPOJADOR

A los que sin querer queriendo....

omito incluyendo

De que vale…

Vela, mmmmm,

puede ser un armazón henchido contra el viento

o una joven destrozando con silencio el cadáver.


Vale!!!

pero no lo compro.


No entiendo,

hay un ruido de costras en los ojos

y la mente no comprende

que hicieron el poema.


Palabra aquí,

tambor sonando allá,

pincelada de abstracto

queriendo solo ser sonido.


Disloquemos,

mandemos al infierno el sentimiento del poeta,

que las palabras ya no digan y

si dicen

que hablen de nada que es lo mismo:

cuentaportinacostrinado

es igual a

oda ni ir tosco aní torpeda en la atención.


Ya no sé ni lo que escribo,

verso,

reverso,

sopeso,

terso.


Intuyo que se me cae la madeja,

me he agujereado la concabeza

y ya no sé si lo que garabateo es un poema.


Ya vendrá el que diga:

muy bien!!!

este perro tiene labia

y el pedigrí se le nota en los ramajes.


Pero en realidad,

esto,

es una mera escafandra

para atisbar uñas enterradas en un reloj sin lupa y

sin mica que lo alumbre.


Canturretevetriando

chiflo un taxi en mi cabeza

y en la otra acera alguien me mira cavernícola,

con una tea en alto

dice no saber mi lengua:

tijera-tejiendo-cortando-tijeteras…

y maúlla una onomatopeya para que pueda rasguñar el tiempo.


Ya voy de largo

y no termino

de decir aún lo que no es nada.


Siento pulgas

succionado leche

y retruécanos que nunca suelen vagar entre las tetas.


Hay un lector.

Se rasca la mandíbula,

dice saber que tiene veinte pelos en la lengua

y un formalista ruso peandose en el verso.


Viene y viene

cosa tras cosa a este cascajo,

rabia,

olor de mierda en la asentadera de la reina,

un cd

que no sirve para insertarlo

como estética que se planta y se riega

hasta que crezca como crece un poema.


Creo que esta vaina

es muy difícil,

yo no sé de experimentos con palabras,

no quiero no decir nunca he dicho nada diciendo lo que digo,

no busco paradoja,

ni paja en los poemas,

mejor dejo esto

a saltimbaquis,

a loqueros,

a tiovivos

y payasos.


Mejor

que el minimalista que cree diseñar un nuevo acertijo

venga y plasme su firma de rastrojo y cosa varada en el mensaje.


Que venga el futuro

con su incomunicable libro de parodias y aporías

parecidas a un ornitorrinco.


Que vengan los puzzles de tangrams sin oficio,

que todo vela y vale lo que

coños comen taberniando

convirtiendo en vomito el poema.


Que sigan escribiendo

mientras chatean con su sombra en un escupitajo,

que piensen que la inspiración no existe

y que si existe es porque ellos la inventaron.


Verbo

y nada en el gerundio.

Artículo de nosotros es él en tú,

que diablos digo!!!


Que sigan habiendo cosas intangibles,

cosas como este demonio

que me retuerce lo invisible.


Que vengan a ponerle la cascabel al gato

que pinta y repinta este maltrato a las palabras.


Que yo también he osado sin respeto

esta maldiciencia.


Exorcizo con esto

que no sé si quiera o no quiera poesía,

lo que otros ya muchas veces han dicho es una mierda

yo seguiré

mientras tanto

acariciando la felpuda ternura

de este día,

haciendo y deshaciendo el alma

en el huso de una lágrima

que brota y rueda alegre

al final

de lo que pudo ser poeta.

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