27 julio 2011

Prevención en consumo de Sustancias Psicoactivas





El presente vídeo es una pequeña muestra del exhaustivo trabajo que se realizó en la localidad de los Mártires a través de la alcaldía local por medio del proyecto de jóvenes en acción y gracias a la estrategia "Los mártires también son héroes."

El trabajo se realizó en ocho colegios con la participación de 56 grupos de trabajo (cursos).

Lo más agradable de esta experiencia fue el reconocer desde el aula que para poder generar empatía entre los estudiantes y lograr un cambio efectivo en sus imaginarios sociales sobre las sustancias psicoactivas, el tradicional modelo pedagógico debía apoyarse en el desarrollo de habilidades compensatorias que trasmitieran confianza y persuasión en las emociones y configuraciones de las formas de vida de los jóvenes.

A veces es increíble encontrar que no toda la preparación universitaria te sirve para afrontar realidades como esta, donde los jóvenes inmersos en esferas de riesgo constante sobreviven buscando construirse personalidades que vayan a la par con sus ilusiones y expectativas.

Llegar a encajar en estos estereotipos de los adolescentes sin degenerar en la camaradería y la compinchería es uno de los retos docentes más grandes que he tenido.

Por un lado los maestros jóvenes tenemos un doble conflicto a la hora de llevar a cabo nuestra profesión. El escepticismo que los padres y la sociedad adoptan hacia el joven profesor y  el reto que lanzan los estudiantes al saber de un joven docente debido a la estrecha brecha generacional existente son las encrucijadas que permite la maduración y la demostración del oficio o la valoración insuficiente de la vocación.

Sin embargo estos conflictos más que atenuar la labor se convierten en acicates para trasformar la noción de experiencia y quehacer pedagógico. Entre las cualidades que comienzan a emerger de este marasmo de crecimiento profesional algunas se convierten en verdaderas fortalezas, por ejemplo; al ser joven el lenguaje y los conocimientos,  la comprensión de los adolecimientos, de los gustos y los odios son más reconocibles, este emparejamiento o identificación de lugares comunes se presta para que los jovenes entreguen su confianza y consoliden un trato confesional donde se traban ya no lazos de amistad profundos sino lazos de respeto y cariño, admiración y tolerancia inolvidables.

Cabe anotar que el sentido didáctico que da un joven profe a sus enseñanzas está recíprocamente modelado por los intereses y reconocimientos de la psicología de sus discípulos, no obstante, el joven educador al desbordar en energía, trasmite formas de enseñanza que rompen con espacios y tiempos que los estudiantes a veces abocan por que se les otorguen.

Tanto mi equipo de trabajo como yo, fuimos encontrando en el camino de esta estrategia la necesidad de crear formas particulares y únicas para lograr no solo comunicar un saber sino de hacerlo significativo, la usanza de métodos tradicionales, de artilugios digresivos en la presentación de modelos y caracteres personales, la utilización de ejercicios dinámicos que hacían entrañable el conocimiento ya no solo de forma nemotécnica sino vivencial y visceral ayudó para que cada taller fuera no sólo un cronotopo de experiencias patrocinadas por diálogos de saberes sino que facilitó la apertura del desprejuiciamiento hacia tabúes y enconadas formas de comprender la realidad inmediata. 

Una experiencia donde cada taller pronunciaba su propio código de proyección reflexiva y de praxis concientizadora.

Los juegos fueron un recurso que ayudaba a surcir los pequeños agujeros de dudas que a veces quedaban detrás de los conceptos abstractos, los recursos tecnológicos a su vez fueron ofrecidos a los estudiantes desde un  divertimento y no desde una aplicabilidad de compaces, mapamundis o ocalculadoras para el aula.

No puedo afirmar que se haya construido un cambio radical pero si que la experiencia logró calar en algunas mentes y corazones de forma definitiva. A pesar de ser el profe, yo, inevitablemente, confieso, soy una muestra de este fantástica metamorfosis.


Agradezco a cada colegio, a cada uno de mis estudiantes y a los profesores y padres de familia que nos apoyaron.

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